La playa, de unos 100 m. de largo, es de arena gruesa y fondos azules. Llegamos a ella por un corto camino por delante del Restaurant Rosamar que la separa de la Cala Canyerets, a la que podremos acceder caminando a breve distancia y que pasaremos por la escultura dedicada a Ava Gardner, una amante de la zona.

La playa de Canyet está limitada por los diversos y caprichosos puentes de piedra denominados “Esculls de Canyet” al sur y la “Punta de Canyet» al norte.
En esta playa no encontraremos servicios pero su ubicación entre los acantilados y caprichosas rocas y sus azules aguas, merecen como mínimo un baño.

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